La rebelión de los reaccionarios

Los resultados de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 24 de mayo han escocido a los vencedores, a pesar de vanagloriarse de serlo. La principal causa de sus coléricas reacciones es que han perdido la mayoría absoluta con la gobernaban gran parte del país, y con la que siguen triturando desde su mayoría parlamentaria estatal los escasos indicios del Estado de Bienestar que aún no han erradicado y diluyendo los derechos y libertades recogidos en la sacralizada Constitución del 78, cuyos contenidos se respetan o incumplen a conveniencia. Esos atropellos a ciudadanos y legislaciones suelen ser resultados de mayorías aplastantes, pero esa no es la única condición necesaria para que sucedan, sino que hace falta que quienes la ejercen lo hagan desde la prepotencia y el menosprecio hacia cualquier opinión discrepante, y eso es precisamente lo que sistemáticamente han hecho las mayorías absolutas peperas en prácticamente cualquier tipo de asuntos, especialmente los relacionados con las corruptelas que les salpican por doquier.

Ahora que han perdido su autosuficiencia reclaman diálogo y pactos para acabar con una amenaza antidemocrática que sólo existe en sus entrañas reaccionarias, esas que les acompañan desde la edad media y que desde entonces se oponen a cualquier iniciativa que ponga en riesgo su control del poder. Sirva como paradigmático ejemplo Esperanza Aguirre, condesa consorte y grande de España, titulaciones aún vigentes pero que datan de los inicios del conglomerado de reinos que constituyó el actual territorio. Pero no es la única. Nuestra política está plagada de personajes de rancio abolengo o de privilegiadas sagas y estirpes cuyos iniciales méritos están más cerca de la voluntad divina que de la legitimidad democrática, de ahí su vinculación con las altas jerarquías iglesia católica y los privilegios que estos también mantienen. Los estatus de ambos se mantuvieron en el tiempo, más allá de absolutismos, reformas, restauraciones o dictaduras que ellos mismos ampararon y promovieron, amoldándose camaleónicamente a cada situación aprovechando la ignorancia del pueblo, pero llegó la hora de desenmascararlos.

Los reaccionarios se rebelan ante un posible cambio, y es que tienen mucho que esconder bajo las alfombras de un sistema adornado de democracia pero con las mismas corruptelas que hace cinco siglos, eso sí, adaptadas a los nuevos tiempos, de ahí que se destruya urgentemente tanta documentación de diferentes Instituciones.

Ya se han pegado la primera hostia. Confiemos en que les caiga un aluvión de ellas, pues en buena parte depende de nosotros, y en que devuelvan lo robado por el bien de la democracia y el pueblo.

¡ ¡ ¡ A la mierda ! ! !

Si bien es cierto que tras unos comicios electorales no existe un perdedor, o si existe es indeterminado , la ciudadanía ha hablado. El PP ha perdido casi 2,5 millones de votos,el PSOE 700.000, IU 400.000, CIU 100.000,... en todos los casos importantes porcentajes de su electorado, encabezados por el descalabro popular que se aproxima al 30 por ciento. Nada de esto es casualidad. Es el resultado del hartazgo del sufrido pueblo ante una corrupción sistémica cuyo descaro ha llegado a límites insultantes que mientras enriquecen a quienes más tienen, extreman la miseria de los más necesitados en una práctica que se repite desde que se acumulan los conocimientos, y precisamente por el uso y abuso exclusivista de los mismos en beneficio de unos pocos. El pueblo ha hablado y ha dicho basta a los partidos tradicionales en la misma proporción que les afectan las corruptelas que se van conociendo progresivamente, ha dicho basta a quienes han profesionalizado la política hasta prostituirla y hacer de ella un medio de vida y un negocio fácil al que parece sólo ellos y sus adláteres pueden acceder, ha dicho basta a arrogantes, engreidos y mediocres que se creen indispensables cuando la principal ventaja que esgrimen es su experiencia en tareas de gobierno, cuando precisamente ese es su lastre principal: estar perfectamente integrados en una corrupción sistémica. El pueblo ha hablado y, a través de las organizaciones y movimientos ciudadanos, les ha dicho lo que ya en 2003 les espetó, sino a los mismos a otros de aptitudes y actitudes similares, el genial José Antonio Labordeta: ¡A la mierda! 
Lástima que seamos tan lentos... pero esto es sólo el principio.

Literatos sobrevalorados

Inapelable. A lo largo de la historia ha habido personajes, especialmente literatos, que por su obra en general o por una en particular, han pasado al importante bagaje cultural idiomático con el que describimos nuestras vidas, precisamente por su sublime reflejo de aspectos vitales similares. Así, por ejemplo, a un genial y belicoso gallego se debe un adjetivo que va más allá de lo grotesco para llegar a lo esperpéntico, un reflexivo y retorcido checo plasmó la complejidad de nuestros pensamientos y reglamentaciones hasta tornarla kafkiana y un multidimensional y poético italiano captó las miserias de la vida hasta convertilas en dantescas. Aunque hay muchos más, son sólo tres muestras de como ese homenaje semántico es completamente inmerecido porque quienes realmente rigen nuestras vidas y modelan la realidad con sus decisiones son los políticos, y nadie me podrá negar que los comportamientos de algunos de ellos son de lo más esperpéntico conocido hasta ahora defendiendo argumentos y tramas supra kafkianos y adoptando medidas que provocan situaciones de pobreza y miseria dantescas. Son ellos quienes se merecen el honor de pasar a la historia a traves de las realidades que definen. 
Ante la jornada de reflexión electoral,... reflexionemos. Se podrían haber puesto muchos ejemplos, pero por el dominio absoluto del gobierno popular de Mariano Rajoy, escojamos al propio líder, ¿cual puede ser el término y la definición que lo caracterice? ¿Acaso rajoniano?, ¿tal vez marianista?, ¿quizás rajoyante?... 
Adelante, académicos, reflexionad, porque lo realmente preocupante son sus numerosos seguidores.

¿Mercado libre?

La falacia neoliberal de propugnar el libre mercado autoregulado como modelo idílico de equilibrio economico es dejar en manos de los lobbies económicos que controlan el sistema el futuro del planeta. De ese modo no son la oferta y la demanda, en total libertad de decisión de producir o comprar lo que se les antoje quienes orienten al mercado con sus decisiones, en lugar de las regulaciones legislativas que tanto demonizan, sino la influencia que son capaces de ejercer el potencial económico de cada empresa y los influyentes personajes políticos que se sienten en sus bien retribuidos consejos de administración, una vez atravesadas las puertas giratorias y cumplida la tarea de maquillar la legalidad a la conveniencia adecuada. Ese ha sido el modelo dominante en los Estados Unidos de Nortemerica desde su constitución como país independiente y que nos pretenden vender como ejemplar a pesar de que acabó diluyendo cualquier indicio de idealismo o igualdad en pura especulación crematistica.

Los caminos de la felicidad

Quien en el lecho de muerte, nuestra despedida de esta experiencia vital, aún suspira por sus posesiones y logros materiales y no añora los sentimientos compartidos con otras energías es que no ha aprendido nada. Cuanto antes aprendes esa lección antes comprendes los caminos que conducen a la felicidad y vives una vida más plena. Desafortunadamente las tendencias dominantes invitan a endiosar la riqueza por encima de todo lo demás y así condicionan nuestra felicidad a sus intereses comerciales.